La boda de Adela y Benja

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Adela y Benja tuvieron claro desde el principio que no alejarían el foco de lo verdaderamente importante: la ceremonia y disfrutar con sus familiares y amigos.

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Ambos arquitectos, con un sentido estético muy elevado, cuidaron y cargaron de significado hasta el más mínimo detalle de su boda en Segovia. La ceremonia tuvo lugar en la iglesia de San Millán y la celebración, a continuación, en la Finca Lasmargas.

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El vestido de Adela se trataba de un dos piezas, entre las que destacaba el corsé vintage que llevó su tía el día de su boda hace 20 años. El diseñador de entonces, Lorenzo Caprile, fue el responsable de adaptar la pieza que esta vez combinó con una falda de líneas sencillas de satén.

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Caprile diseñó también un espectacular top de cuello halter, que sustituiría el corsé en el momento de la fiesta.

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La elección de las joyas fue minimalista pero muy especial.
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Sobre el velo llevó una aguja de diamantes que su abuelo regaló a su abuela el día que nació Adela, un gesto lleno de emoción y simbolismo.

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El ramo, compuesto por 10 peonías blancas, representaba a los testigos de la novia.

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Benja, el novio, regaló previamente pañuelos bordados con las iniciales de cada testigo, y todos lo llevaron el día de la boda.

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En cuanto a la papelería, el diseño de las invitaciones fue todo un reto para nosotras. La combinación de distintos papeles, texturas y tonos neutros fue la constante en toda ella.

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El seating plan caligrafiado por Adela destacó por su composición convirtiéndose en el centro de atención durante el coctail en la increíble Finca Lasmargas.

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Los meseros, compuestos por láminas de papel de algodón artesanal pintadas a mano, pasaron a ser recuerdos únicos para los invitados ya que no quedó ni uno cuando terminó la celebración.

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Mención especial a la minuta, a la que quisimos darle un aire más fresco y divertido. Nos parece que la minuta es un elemento fácil de descuidar y lo consideramos un error ya que probablemente sea el único elemento de la papelería que absolutamente todos los invitados mirarán con detenimiento.

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Quisieron tener un detalle con las próximas parejas en casarse en forma de sobre con semillas en su interior y un poema que el abuelo de Adela dedicó a los novios en la pedida de mano junto con su ramo.

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Cada gesto y momento especial fue capturado de manera espectacular por las fotógrafas Mercedes Pérez Photo y Blanca Tovar.

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En resumen, la boda de Adela y Benja fue una experiencia llena de detalles que contaban su historia de la forma más especial.